Encerrado tras los muros de una torre, vuela en un diminuto cuarto mi príncipe encantado.
Espero paciente.
Aquí no hay héroes.
Algún día escuchará el plink, plink de la llave que lleva dentro.
Espero paciente.
Aquí no hay héroes.
Algún día escuchará el plink, plink de la llave que lleva dentro.
2 comentarios:
POr falta de herores ahora le ponemos nombres de politicos a nuestras calles... Je.
Muchas veces uno se pierde en la busqueda del beso con que nuestros padres contaron que debiamos alzar la pierna.
Saludos y un abrazo!
como dice benedetti:
hay sinverguenzas que agravian hieren matan/tienen estatuas.
Publicar un comentario