Foto: L.Cox
A través de los cristales delinié su boca diminuta que sonreía al extraño que no pregunta, que no la ve. Se inquieta al paso del curioso, del morboso que a pesar de tener la dicha de admirar sus finos labios quiere saber más. Por desgracia al sentir mi escrutinio motivado por la constante picazón del alma, petrificada me desprecia, me ignora. No consivo mi destierro por desearla. Con los ojos deshechos salgo de su vida. Boquita solitaria, abandona mis ojos.
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