miércoles, 17 de septiembre de 2008





Pasa el viento sobre el cuerpo,
agita la piel y el cabello,
pero no limpia,

no limpia el recuerdo.
La mirada fija sonrie

y no despierta, camina,

no se detiene por miedo,

canta una nota falsa,
un matiz que no encaja

se pierde en el tiempo.

Las manos presienten
la oscuridad que enfría,

se arrancan los ojos,
rasguñan, enloquecen,

porque el viento no limpia.



.

3 comentarios:

HAMLET dijo...

Hermoso! y exacto!

El viento no siempre limpia, sino al contrario, a veces ensucia un poco más, lleno de polvo o polvos que llegan a ensuciar aún más que el mismo lodo.

Hace rato que no pasaba por aquí, y es un gusto encontrarme con cosas tan buenas.

10 besos de mí para tí...

Enrique V. dijo...

El viento es un elemento frecuente en las cosas que escribo.. alguna vez pretendí ser viento.. en fin me gustó el escrito, gracias por compartir :)

María Jesús dijo...

Sugerente blog y, entrañablemente poético.

Un beso