En primer plano las lágrimas de una mujer que contenta se compromete al cielo,
de un lado a otro corren los tragos y los vestidos largos. En una ráfaga de viento aparece el hombre de rojo con el brebaje encantado. Alcohol en la solapa, corbatas relajadas, los abrigos en el perchero, piecesitos escarlata como la luz de la pared. El primer tabaco, conversas nuevas, en la mesa corazones con sazón mediterraneo. Las brujas al vuelo, disuelven el óxido en sus huesos, beben su bendita desnudez, canturrean el hechizo que no ha muerto, danzan al rededor de la noche, prenden fuego a los castillos olvidados desde donde alguna vez se permitieron reinar. A carcajadas reanudan sus votos, sellados con sangre en otra vida, ante los chamanes de la Tierra, de la Luna y las Estrellas.
.
de un lado a otro corren los tragos y los vestidos largos. En una ráfaga de viento aparece el hombre de rojo con el brebaje encantado. Alcohol en la solapa, corbatas relajadas, los abrigos en el perchero, piecesitos escarlata como la luz de la pared. El primer tabaco, conversas nuevas, en la mesa corazones con sazón mediterraneo. Las brujas al vuelo, disuelven el óxido en sus huesos, beben su bendita desnudez, canturrean el hechizo que no ha muerto, danzan al rededor de la noche, prenden fuego a los castillos olvidados desde donde alguna vez se permitieron reinar. A carcajadas reanudan sus votos, sellados con sangre en otra vida, ante los chamanes de la Tierra, de la Luna y las Estrellas.
.