viernes, 19 de marzo de 2010

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Mi mano pequeña lo acaricia
de a poco,
tímidamente,
y más que tímida con respeto a un ideal.

Y se va de largo suave
Lenta
en cada superficie lisa
en cada esquina
en sus comisuras


Mis dedos estremecidos
vulnerables
ansiosos
envueltos en olor a madera ébano y marfil

Se escapa un suspiro de nota lejana , tan lejana

como el país de lo que nunca fue.



.

7 comentarios:

Beauséant dijo...

el país del nunca fue debe hacer frontera con el de nunca jamás.. y ambos parecen encontrarse a millones de kilómetros de este donde vivimos llamado cruda realidad..

Fabián Bautista dijo...

Las caricias son algo maravilloso
sobre todo cuando se deslizan como asalto
Lindo post

Victoria dijo...

transmite una sensación de pureza y suavidad increíble!

pensamientosdealguienloco dijo...

Ola me encanta tus escritos

Guillermo Vera dijo...

que bellas palabras!! te felicito, te invito a visitar mi blog www.elrincondiguillermovera.blogspot.com

Elena dijo...

Hay tantas histórias almacenadas en el país de lo que nunca fue...
Ha sido un lujo pasear por tu blog
Besotes

Aldo Ivan Alvarez dijo...

buenos versos, y buen blog.
a veces las caricias mas hermosas son las que damos con los ojos http;//07dares.blogspot.com