jueves, 21 de agosto de 2008

aló...



Aló a mi torturador favorito,
aló a quién cree tener todas las respuestas,
a quién desea mi muerte,
pero disfruta más cuando me apalea hasta que pierdo el sentido.
Aló a mi verdugo implacable, al seguro "te lo dije",
al más miedoso y frío de mis amigos.

Aló, ¡bienvenido!
Quítame el calor,
golpéame hasta dejarme ciego,
ven e invádeme hasta endurecerme,
hasta dejarme inservible,
hasta matarme,
que hoy actué a persar de tí
y le fallé...

No me queda más que quedarme
para siempre dormido.


No hay comentarios: